Offline
Lo mejor de tu radio está aqui. Selecciona tu opción
AQUÍ, AHORA... ¡Nada más repugnante!
Crónica
Publicado en 14/07/2024

Siempre digo que no aprendí Derechos Humanos en los libros sino en mi casa, siendo testigo inocente de la represión sufrida por mi familia durante los gobiernos de Marcos Pérez Jiménez, Rómulo Betancourt y Raúl Leoni. Mis padres, Manuel Isidro Molina Gavidia y Maura Peñaloza de Molina, fueron víctimas de aquellos mecanismos represivos en dictadura y democracia; también mis dos hermanos mayores Lenin y Nerio, el primero tiroteado en Mérida en noviembre de 1961, y el segundo apresado, desaparecido y torturado brutalmente en junio de 1962, y luego privado de libertad durante más de dos años bajo falsa acusación de asesinato de un agente de la Policía Técnica Judicial.


Recuerdo que muy niño, con mis hermanos y mamá, estuvimos visitando a papá en la temida Seguridad Nacional, donde después levantaron ese magnífico conjunto arquitectónico Parque Central. Después, nos tocó visitarlo en la también desaparecida cárcel de El Obispo, en El Guarataro de la parroquia San Juan de Caracas.

 

 

Comentarios